Durante toda mi vida he sido muy estudiosa, la empollona de la clase, lo reconozco. Por tanto, la parte de la oposición de los 75 temas teóricos y la bolita dichosa nunca fue la que más me preocupó. Siempre me pareció la parte más asequible (dentro de lo que cabe) al menos comparándola con el práctico (¡maldito visu!) o la encerrona.
No obstante, debo decir que en la mayoría de los casos fue esta parte precisamente la que me hizo perder la oposición. Desgraciadamente, no me di cuenta hasta el año que saqué la plaza. Los años anteriores, intenté dar tantos datos específicos, explicaciones técnicas y nuevos artículos publicados sobre cada tema que al final todo quedaba como una serie de definiciones inconexas, imposibles de entender y de seguir (por eso, aunque aprobaba nunca me llegaba la nota para la ansiada plaza). Sin embargo, el año que conseguí el 9,5 en el tema y también la plaza, me limité a explicar estructuradamente el aparato digestivo y el excretor como lo hago en mis clases, de forma amena y como un cuentecito, incluyendo eso sí, explicaciones más específicas sobre la histología o la compleja regulación hormonal.
Las cosas son así a veces. Lo que creías tu punto fuerte, resulta ser tu punto más débil.
Después de casi 9 años de experiencia preparándome oposiciones y 5 exámenes superados (aprobé todos aunque sin plaza), aquí van mis consejos para superar con éxito la parte A.1 de la oposición:
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