Material y Normas de Laboratorio

«Ningún experimento es tan tonto que no merezca la pena intentarlo»

               Walter Gerlach, físico alemán

El 1º día de clase ya pasó pero, ¡quizá a estas alturas no hayáis llevado al alumnado todavía al laboratorio!

O quizá es que, en realidad, no pensáis llevarlos… ¡NUNCAAA!

Por si las moscas. Si no que se lo digan al niño pelirrojo – un poco empanado – que aparece de la nada en este video de Mr. Bean:

Es cierto que la ratio muchas veces imposibilita cualquier intento (los 27 alumnos que tengo en 3º ESO A me lo van a poner complicado cuando comencemos con las disecciones).

Por otro lado, reconozcamos que hay ciertos grupos con los que no se puede pisar el laboratorio sin que acabe pasando algún suceso no deseado. Si se te ocurre despistarte buscando un mechero o los portaobjetos – ¡craso error! – puede acabar una probeta en el suelo, desencadenarse una guerra de agua con las pipetas o que alguno esté haciéndose selfies al lado del esqueleto (es fácil imaginarme a los 16 hombretones que tengo en FPB1 en alguna de esas tesituras, la verdad).

Pero, ¿por qué no intentarlo? Si sale mal, ya no se les vuelve a llevar más. Y punto.  Eso sí, aquí va una recomendación: ¡absteneos de tener el ácido sulfúrico o los bisturíes a mano en la 1ª toma de contacto!

En este post os relataré como podéis introducir, de una forma diferente, las normas y el material de laboratorio que se utiliza en Biología y Geología.

¿Por qué complicarse la vida con prácticas de laboratorio?

Uno de los problemas que tenemos los profesores de Ciencias es que los estudiantes no viven en primera persona la ciencia, solo se dedican a leer como otros han hecho ciencia a lo largo de la historia.

Así no hay quien se motive.

Es cierto que el primer paso antes de realizar cualquier investigación científica es la revisión bibliográfica, pero… ¿Debe  limitarse nuestro alumnado a leer las demostraciones científicas hechas por otros o tratar de probar si son ciertas por ellos mismos?

Además, está comprobado que solo retenemos un 10% de aquello que leemos. Deprimente, ¿verdad?  Y esto, suponiendo que entendemos lo que estamos leyendo. En clase, tras leer en voz alta el libro de texto, a veces pido al estudiante qué explique lo que acaba de leer y el resultado es terrorífico. Ni la más remota idea.

Afortunadamente para los docentes, se sabe que el porcentaje de asimilación de contenidos aumenta paulatinamente a medida que el medio se hace más visual e interactivo. Dicen que retenemos un 50% de lo que vemos y oímos. ¡Vivan las animaciones, los videos y las TIC!

Además, si intentamos explicar ese contenido a otra persona (enseñando es como más se aprende) asimilaremos cerca del 70%. Y si al mismo tiempo que intentamos verbalizar y explicar el concepto a otros, lo ponemos en práctica, lo escenificamos o experimentamos con nuestras propias manos, nuestra capacidad de retención puede superar el 90%.

Entonces, ¿a qué estamos esperando? ¡Hagamos ciencia!

normas de laboratorio

Para explicar las normas del laboratorio tenéis al menos dos opciones:

• Entregarles la típica fotocopia aburrida con un listado de reglas y prohibiciones. No os extrañe que se os duerman.
• Primero ponerles el video de Mr. Bean, luego identificar en un dibujo molón las cosas que creen que no se deben hacer en un laboratorio y finalmente… ¡Cantar a modo de karaoke la siguiente canción!

Por si no lo sabéis es una versión de Dua Lipa que os aseguro que todos conocen. Como os habréis dado cuenta, está  in English. Yo les he entregado una hoja (disponible aquí) con los lyrics en inglés y su correspondiente traducción al español. De todas formas, YouTube te permite activar los subtítulos en español si preferís hacerlo de ese modo.

La podéis reproducir una vez, luego analizar detenidamente el video y, en los últimos 3 minutos de clase, cantarla en plan karaoke. Como está en inglés, la mayoría no cantarán solo se reirán un poquito. Cosa que agradecerán los compañeros que se encuentren en las aulas vecinas al laboratorio. No hay mal que por bien no venga.

Este curso, por una cara de un folio les he fotocopiado la letra de la canción y por la otra el dibujo del que os hablaba:

En este enlace está el archivo con mayor calidad y aparece explicado a qué error se corresponde cada número (en inglés) con una tabla opcional para completar con cada norma. Aunque lo cierto es que se puede simplemente comentar el dibujo en clase sin tener que escribir todos los errores (porque de lo largo que es si lo hacéis os podéis meter sin comerlo ni beberlo en la 2ª evaluación…). Si pensáis que comentarlo no es suficiente, podéis optar por hacerles copiar las normas más importantes o entregarles después la manida fotocopia con las normas para que la guarden en su cuaderno. It’s up to you, guys!

material de laboratorio

Normalmente, en los libros de texto – y si no en Internet – aparecen varios dibujos de todo el material de laboratorio con su nombre especificado y, muchas veces, incluso con su función. Un ejemplo que me gusta bastante lo tenéis en la página 4 de este pdf y otro, un poco más simple, aquí. En este enlace os podréis descargar la típica presentación sobre el material de una conocida editorial.

Otra opción es explicar directamente en el laboratorio enseñando in situ los materiales en cuestión y que el alumnado tome notas en su libreta.

Posteriormente, una manera muy divertida con la que conseguir que se les quede el nombre de cada material (y para qué sirve) es el BINGO del labo.

Jugar al BINGO es una dinámica (con la que algunos no comulgaréis en absoluto, I know) de la que hablaré con profundidad próximamente pero que siempre resulta un éxito total.

Eso sí, necesitaréis contar con algún tipo de premio, y desgraciadamente,  no sirven los típicos positivos porque el alumnado no se toma demasiado bien que sea el azar, y no sus méritos, quien decida en algo la calificación. En este sentido, podéis regalar cosas intangibles (privilegios como el alumno que elegirá la música un día de clase en el que trabajen en grupos, el que escogerá el próximo juego, el que irá a pedir tizas cuando quiera, etc.) u otro tipo de cosas que les gusten (y sean baratas). En mi caso, me salto un poco los hábitos saludables y traigo unas chocolatinas o unas chuches, pero también serviría algo más sano, por supuesto. Ganan un mini-premio las 3 primera líneas y el premio mayor sólo el primero que cante bingo.

¿Cómo podéis poner en práctica el BINGO del labo?

En este caso no hace falta ni imprimir los cartones. Simplemente, el alumnado dibuja una especie de tabla en su cuaderno. Un tamaño que suele funcionar es una tabla con 4 columnas y 3 filas, en la que ellos mismos eligen 2-3 huecos que colorear o tachar (uno en cada fila). Esto deja 9-10 huecos libres en los que deberán escribir los nombres del material que han estudiado (intentando que su cartón sea distinto al de sus compañeros o si no deberán compartir el premio con ellos).

Una vez que los estudiantes cuenten con su cartón personalizado, podéis comenzar a explicar para que se utiliza el primer material en cuestión (nunca nombrándolo enseguida para darle un poco de emoción, claro), luego lo cogéis y se lo enseñáis a la clase. Deberán adivinar su nombre y, si la fortuna ha estado de su lado, tacharlo de su cartón.

Recomiendo realizar esta actividad en el mismo laboratorio, así se puede dar vueltas buscando el material (especialmente cuando solo quedan pocas casillas para que alguien cante bingo) y, así, hacerse un poco los interesantes… ¡Es cruel a la vez que divertido!

* ACTUALIZACIÓN Octubre 2019: Añado un nuevo recurso a este apartado gracias al fantástico Pablo – Física y Química (@pablofcayqca) y a su brillante idea de crear un juego tipo «DOBBLE» con el material del laboratorio. Aquí podréis descargar su versión del DOBBLE que está súper chula y está más orientada a la materia de Física y Química. En mi caso, he decidido crear mi versión del juego para Biología y Geología pero… ¡podéis elegir la que más os convenga a vuestros intereses!

Tendrías que imprimir la página de todo el material (página 2) y plastificarla. Luego imprimir las 6 páginas con 6 tarjetas DOBBLE cada una. Está preparado para imprimir a doble cara, pero si no queréis gastar tinta azul en el reverso de las cartas, podéis dejar el reverso en blanco imprimiendo a una cara únicamente las páginas: 3, 5, 7, 9, 11 y 13. Una vez impreso, tendréis que recortar las tarjetas, y si es posible previamente plastificarlas para una mayor duración. Con cada 30 tarjetas pueden jugar 3-4 alumnos, así que os recomiendo que las recorten ellos mismos antes de jugar, si deseáis poder seguir moviendo las manos…

Como siempre, tenéis el mismo archivo pero con mayor calidad aquí.

Las imágenes las he sacado del fantástico creador de ilustraciones científicas Biorender. Aplicación de pago que te deja realizar unas ilustraciones gratuitas geniales, pero si no pagas money pues tienes que aprender a vivir con la horrible marca de agua. Aún así, es súper recomendable.

Si es la 1ª vez en vuestra vida que escucháis hablar del juego DOBBLE y queréis saber cómo se juega, podéis ver este video que explica 2 de las 5 posibles variantes del juego.

Si os gusta esto de crear juegos DOBBLE pero tenéis otras ideas en mente, podéis utilizar esta página que aunque está en francés, os servirá para crear vuestros DOBBLE con palabras o con imágenes. Eso sí,  tenéis que subirlas todas de una vez  y deben ser todas del mismo tamaño y con forma más o menos cuadrada porque si no se alteran las proporciones y queda horrible.

PICTOGRAMAS DE PELIGRO

Respecto a la forma de manejar los reactivos y productos químicos del laboratorio, es necesario que el alumnado conozca también los pictogramas de peligro.

Antes de explicar cada pictograma, se puede preguntar qué creen que significa cada símbolo y que harían si encontrasen un producto con dicho pictograma en la etiqueta. El pictograma de peligro para la salud, el del pescado muerto y el de la irreconocible bombona de gas dan mucho juego, la verdad.

En la mayoría de materias no es necesario ir mucho más allá. No obstante, a veces se hace necesario profundizar un poco más, especialmente cuando se imparten clases del Ámbito Científico (en 3ºPMAR) o de Ciencias Aplicadas I (en FPB1).

En este archivo están explicados cada uno de los pictogramas de peligro de forma detallada, así como la correlación entre los antiguos símbolos (esos naranjas que aún pululan por ahí) y los nuevos. Es un documento muy útil si decides aplicar la dinámica de «los especialistas» con los pictogramas de peligro. Es decir, a cada pareja le entregas un pictograma e información súper detallada sobre este. Tras leer toda la información acerca del pictograma en cuestión, deberán sintetizarla, buscar algunos ejemplos y explicar con sus palabras el pictograma al resto de la clase.

Posteriormente, tras la explicación pertinente de cada pareja de especialistas, el resto de la clase puede ir dibujando cada pictograma en el cuaderno (cualquier parecido con el pictograma real será casual). Si el arte no es lo suyo o el tiempo apremia es preferible dejarse de dibujitos y completar un impreso como este.

Por último, sean de PMAR, FPB o cualquier otra materia, suelo pedirles que, a partir de ese momento, se fijen en los productos químicos que tienen en casa y cuya etiqueta muestra alguno de estos pictogramas. Si encuentran alguno, lo pueden comentar al día siguiente en clase. Y es que los pictogramas de peligro no sólo son útiles en el laboratorio… Conocerlos también les servirá cuando limpien en casa (si es que milagrosamente lo hacen).

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En definitiva, es innegable que la realización de experimentos y las visitas al laboratorio, además de facilitar la comprensión de muchos conceptos teóricos y potenciar el pensamiento crítico, posibilita que los alumnos se den cuenta que aprender, a veces, puede ser hasta divertido.

¡Animaos y haced ciencia con vuestr@s chic@s!