Juego FILO sobre invertebrados

En cuanto a los animales y su clasificación, mientras que los vertebrados son muy sencillos de clasificar – todos son del filo Cordados y muchas clases se las saben ya desde Primaria – los invertebrados son otra historia.

Por eso, siempre conviene realizar muchas actividades sobre los filos de invertebrados para que el alumnado los asimile lo antes posible. El problema es que, a veces, tanto nombrecito extraño y listados  interminables de características pueden convertirse en una auténtica pesadilla… ¡Un rollo total y absoluto!

Afortunadamente, podemos amenizar un poquito este tema tan denso con algunos recursos chulos como utilizar animalitos en el laboratorio (en breve, os explicaré como podemos usar Tenebrio molitor para explicar mil cosas)  o como el «¿Quién es quién?» de animales, que ya os enseñé en este post.

Ahora le toca el turno a un nuevo juego de cartas… ¡FILO!

El juego es muy sencillo y fácil de poner a punto. ¡Prometido!

¿en qué consiste «filo» y cómo se prepara?

FILO solo tiene 32 cartas repartidas en 4 folios con las que pueden jugar de 2-8 estudiantes. No necesitaréis imprimir a color ni plastificar muchas hojas (16 hojas para un grupo de 30 y la mitad para desdobles) así que es baratito.

*No obstante, si la situación económica de vuestro departamento es crítica, siempre podéis imprimir en blanco y negro y no plastificar ni nada. No quedará tan precioso pero servirá de igual forma para que finalmente consigan aprenderse los filos. 

Por tanto, lo primero es: imprimir, plastificar y recortar cada una de las 32 cartas del juego. Podéis imprimir el reverso de las cartas o no. Os dejo al final de la entrada el link de descarga directa del pdf con el juego.

 

Como veréis, hay 2 variantes del juego, una más sencilla, en la que los filos se codifican por colores, y otra un poco más complicada en la que todos los filos poseen el mismo color. Dependiendo del nivel de vuestro alumnado podéis imprimir unas cartas o las otras. Lo ideal sería contar con al menos una baraja de cada variante, y utilizar una u otra según se requiera.

Existen, además, 2 modalidades de juego, A y B, en función del número de jugadores así que las posibilidades son inmensas. Dependiendo de qué modalidad se juegue, es mejor utilizar la variante con código de colores o la que no. Pero todo a su debido tiempo, tened paciencia.

modalidad  A  (5-8 jugadores)

Esta modalidad es una versión adaptada del juego «el burro» que se puede jugar con la baraja española o la de póquer. El alumnado, al menos por la zona de Alicante, saben casi todos cómo se juega. Si  vosotros no tenéis ni idea de qué juego se trata, podéis consultar esta página, aunque a continuación lo explicaré detalladamente. Además, en el archivo, aparece también una hoja con las instrucciones de juego para entregársela al alumnado y una hoja con una pequeña «chuleta» que les puede ayudar:

*¡ATENCIÓN! Si hay menos de 8 jugadores, se deberá quitar un filo completo (las 4 cartas del mismo filo) por cada jugador que falte para llegar a 8. El objetivo es que al repartir 4 cartas a cada jugador, no sobre ninguna.

• Se barajan las cartas y se reparten todas las cartas. Cada jugador debe tener 4 cartas.
• Las 4 cartas no se enseñan a los demás jugadores hasta el final, cuando alguien pierda.
• Ganará el jugador que tenga en la mano las 4 cartas correspondientes a un mismo filo. Ante la duda, podrá consultar la «chuleta«.
  
• Para conseguirlo, en cada turno, deberá pasar una carta que no le sirva al jugador que tenga a su derecha. La carta se pasará boca abajo para que nadie la vea. Solo se pasará 1 carta por turno y todos los jugadores deben pasarla al mismo tiempo.
• El juego continuará hasta que, turno tras turno, un jugador consiga las 4 cartas del mismo filo. Entonces deberá poner, lo más rápido posible, la mano en el centro de la mesa y decir: “FILO”.
• En ese momento, el resto de jugadores deberá poner de inmediato su mano encima de la mano del ganador porque el último que coloque su mano, perderá la partida y deberá decir el nombre del filo (esta vez sin consultar la «chuleta«) que ha conseguido obtener el ganador para así no quedar descalificado y poder continuar jugando.

Si no os ha quedado claro, en los próximos días, subiré un video explicativo con las 2 versiones para que no tengáis dudas sobre cómo se juega.

En este caso, aconsejo utilizar la variante difícil sin colores y que, antes de comenzar a jugar, entre todos intenten agrupar por filos las cartas y pongan en común el nombre del filo al que pertenece cada grupo de 4 cartas, con ayuda de la «chuleta«. Si bien utilizar la variante difícil enlentece bastante el juego (sobre todo cuando el alumnado no está familiarizado con los filos), cuando juegan con la variante fácil, muchas veces se guían simplemente por los colores y juegan con el piloto automático, perdiendo el juego su finalidad didáctica.

modalidad b (2-4 jugadores)

Esta segunda modalidad viene muy bien si en todos los grupos no es posible contar con 8 personas para jugar. Además, en cierto modo, es más educativa que la anterior porque cada estudiante participa más frecuentemente en intentar averiguar el filo de los animales. Quizá estaría bien elegir esta modalidad para los alumnos más rezagados para que, en pequeño grupo, puedan memorizar mejor los filos. Una medida de atención a la diversidad.

La modalidad B es una versión adaptada del juego «Jungle Speed«, es un juego que suelen conocer los alumnos pero si no sabéis de que hablo, podéis consultar este tutorial. No hay cartas especiales, así que es más sencillo.

*Para la modalidad B necesitaréis, por tanto, un objeto en el centro de la mesa que haga de «tótem«. Recomiendo que sea un objeto con el que el alumnado no pueda hacerse daño y que no se rompa al caerse. Puede ser una botella pequeña vacía de agua, un mini-peluche, un muñeco de goma, un rollo de cartón de cuando se acaba el papel higiénico, etc.

En el archivo hay una hoja con las instrucciones que os resumo aquí:

• Se barajan las cartas y se reparten todas las cartas entre los jugadores. ¡No puede sobrar ninguna!
• Los jugadores no pueden ver sus cartas ni las cartas de los demás. Se van colocando, boca abajo, en un montoncito delante de cada jugador .
• Comenzará el jugador que sea capaz de nombrar más filos de invertebrados. Si hay empate, empezará el jugador con la mano más pequeña.
• Ese jugador levantará y mostrará sobre la mesa la 1ª carta de encima de su montón. Le seguirá el jugador sentado a su derecha y así sucesivamente. 
• Cuando haya 2 cartas del mismo filo sobre la mesa, los jugadores que han tirado dichas cartas entrarán «en duelo», y deberán agarrar el tótem lo antes posible y luego, decir el nombre del filo correspondiente. Los otros jugadores cuyas cartas no sean de un mismo filo no deben intervenir. El jugador que no consiga el tótem de los 2 que tenían el mismo filo, se quedará con todas las cartas sobre la mesa, incluidas las del resto de jugadores, y las colocará bajo su montón. Si alguien no se sabe el nombre del filo, se equivoca porque no le tocaba agarrar el tótem o al intentar cogerlo se le cae el tótem, deberá quedarse de igual forma con todas las cartas sobre la mesa. Como siempre, las colocará boca abajo debajo de su montón.
• Ganará el jugador que antes se quede sin cartas.

Para esta modalidad, la variante codificada por colores ayuda bastante. De hecho, en blanco y negro es muy difícil y casi imposible jugar. Además, que automaticen el relacionar las cartas del mismo color en este caso no importa, porque es una modalidad mucho más dinámica, son menos jugadores y cada vez que agarren el tótem durante el juego deberán decir el nombre del filo al que pertenecen las cartas que se repitan. Just saying!

Y esto es todo.  ¿Os animáis a probar ¡FILO! en vuestras clases?