Seguro que habéis oído hablar de los famosos Rory’s Story Cubes.
Se trata de un recurso fantástico para estimular la creatividad y la comunicación oral y/o escrita en clases de Lengua (sean de Castellano, Inglés o de cualquier otra lengua).
Pero… ¿por qué no utilizarlos también en Biología y Geología? ¿No son la creatividad y la comunicación competencias a trabajar desde todas las materias?
Al menos eso es lo que proclaman los defensores del fomento de las 4Cs en educación: Colaboración, pensamiento Crítico, Creatividad y Comunicación.
_ ¡Profe! ¿Por qué tengo que estudiarme todo esto si la semana que viene ya no me voy a acordar?
_ Muy sencillo, porque el saber no ocupa lugar.
_ Pero es que, ¿de qué me va a servir en la vida?
_ Mmmm… Pues para… Mira, si quieres aprobar, tú estudia lo que yo te diga y… ¡A callar!
No sé vosotros pero yo últimamente me estoy replanteando ciertas cosas en cuanto a nuestra labor y la educación en general…
El mundo cambia a velocidad de vértigo. Pero nosotros, los docentes, ¿estamos también cambiando para adaptarnos?
¿O más bien seguimos anclados en el pasado, repitiendo y repitiendo los mismos patrones aprendidos?
¿Es necesario exigir tanta memorización si ahora cualquier contenido está en Google a un solo clic?
Está claro que, actualmente, toda la información está al alcance del alumnado, con o sin nuestra ayuda, pero ¿saben realmente seleccionar entre toda esta sobredosis informativa? ¿Cuestionan la veracidad de las afirmaciones y/o la fiabilidad de las fuentes? ¿Saben comunicarse efectivamente y resolver los problemas con soluciones innovadoras?
¿Estamos preparándoles realmente para lo que les espera ahí fuera?
Desgraciadamente, me temo que no.
Quizá en vez de hacerles memorizar las características de todos los filos de invertebrados, deberíamos reflexionar y tener un poco más en cuenta las 4Cs.
Volviendo a los Rory’s Story Cubes, ¿no constituyen una herramienta fantástica para fomentar las 4 Cs en nuestro alumnado?
Obviamente estos pequeños dados fomentan la comunicación y la creatividad, al tener que crear una historia, con una serie de elementos inesperados, para contar a l@s compañer@s y conseguir mantener su interés. Pero además, también potencian el pensamiento crítico al tener que establecer conexiones entre cosas aparentemente no relacionadas y, al realizarse en grupos, necesitan el acuerdo y la colaboración de todos sus miembros.
¿Cómo usar los Rory’s Story Cubes en clase?
Existen varios juegos distintos de 9 dados de Rory’s Story Cubes, a unos 10€, yo en concreto tengo el de «Viajes«. Además, hay disponibles ampliaciones de 3 story cubes (a unos 4€ en Amazon) de distintas temáticas: animales, prehistoria, pistas, medicina, etc. Muchos de ellos vienen que ni pintados para crear historias relacionadas con la Biología y Geología.
Este final de curso me he decidido a probar los story cubes con una nueva actividad en 1º ESO. Cada grupo de aprendizaje colaborativo, formado por 4-5 personas, deberá escoger al azar 4-5 story cubes y crear una pequeña historia con los iconos que aparezcan en los dados.
La única condición es que la historia sea divertida, original y que sea más o menos «científica» (¡aunque sea de Ciencia-Ficción!). Es decir, debe contener algunos de los conceptos y del vocabulario que hemos tratado en Biología y Geología durante el curso. Una vez terminadas las historias, tras unos 15- 20 minutos aproximadamente, el portavoz de cada grupo contará cada historia, haciendo alarde de sus dotes interpretativas, al resto de la clase.
Se puede además introducir una determinada temática y/o otros conceptos de la materia que no aparezcan en los dados, tal y como se explica en este blog (que me encanta, por cierto) para explicar la evolución en las clases de Filosofía de Bachillerato.
Y es que con los Rory’s story cubes puedes contar casi cualquier cosa…
Y a vosotros, ¿qué historia os viene a la mente con los siguientes dados?